Mare hoy, en medio de estos cambios de clima, como que se pone uno nostálgico; mientras le doy un sorbo a mi caldito, me empiezo a acordar que apenas el día 16 de este mes es cuando comienzan las posadas, porque las ramadas mare desde el primer día de diciembre y como está la cosa, ya hasta adultos están saliendo a cantar la ramada; si escuchan mi voz y no dan, les aviento la del muñeco de alambre, jajaja. 

Pero hacía referencia al día 16 de diciembre, pero de 21 años para atrás en el calendario, mare hija, empezaba algo que hasta el día de hoy me llena de pasión y un gran cúmulo de emociones: inicié con una obra que se llamó “Posadas con Dulce” y desde eso la polaca estaba de la mano del teatro regional, el título se lo ganó la salida de Dulce María como gobernadora; de ahí mi segunda obra fue un poco difícil, porque la pieza llevó de título “Dona Algo Cholosio” por el candidato presidencial, y recuerdo que cuando pasó aquel terrible acontecimiento le cambiaron a “Cholimar”, mare de veras que las novelas y los sucesos políticos, que son lo mismo, han estado muy ligados al teatro regional; otra obra que hicimos fue la de “El Cholo Saurio” en referencia a don Fidel Velázquez, dirigente de la CTM; recuerdo que mi tío Héctor decía, cuando caracterizaba a Don Fidel, que no le gustaba que le regalaran tortugas, porque sólo viven 100 años, luego se mueren y me quedo triste, jejeje; por eso no le regalo tortugas a don Marti, jejeje. 

Gracias a todos los que directa o indirectamente me han dado enseñanzas, a Dios, a mis padres, a mi familia, y sobre todo al respetable público. Hace 21 años que escuché la tercera llamada de la obra “Mi vida en el Escenario” y si el público me lo permite a esa obra todavía le quedan muchos actos y diálogos por actuar. El teatro no es una forma de vivir, hay que vivir en su forma.