París, conocida por su romanticismo, ahora se prepara para un escenario distinto: la Villa Olímpica, donde los atletas jóvenes y enérgicos convergen en un crisol de pasiones y competencia. Pero, ¿qué pasa cuando el amor y el deporte se mezclan? ¿Es la intimidad un aliado o un enemigo del rendimiento atlético?

Mientras algunos expertos argumentan que el contacto íntimo puede ser beneficioso para liberar tensiones y mejorar el bienestar emocional de los deportistas de élite, otros sugieren que la abstinencia es clave para mantener la concentración y maximizar el desempeño competitivo. Es una dicotomía entre el cuerpo y la mente, entre el placer y la disciplina.

En medio de este debate, los organizadores de los Juegos Olímpicos de París 2024 han dado un paso audaz al introducir lo que han denominado "camas anti-sexo" en la Villa de Atletas. Estas camas, diseñadas para resistir cualquier movimiento excesivamente vigoroso, pretenden desalentar cualquier intento de actividad sexual entre los participantes.

 La medida, que ya se aplicó en Tokio 2020 entonces para evitar el contacto físico debido a que se estaba en pandemia por Covid-19, busca que los participantes en la justa veraniega francesa tengan el mejor descanso que les permita una buena competencia.

 La estructura de estas camas está hecha de cartón resistente y el colchón está dividido en tres partes, cada uno con un soporte diferente y cada deportista usuario podrá elegirlo mediante una app en la que deberá introducir su peso y altura para definir la combinación de los colchones que mejor se acoplen a su constitución física, es decir que se pueden personalizar.

 Los materiales con los que se fabricaron las camas son reciclables y con ello los organizadores cumplen con su premisa de ofrecer unos juegos sustentables.

 Pese a estas camas, los organizadores ya anunciaron que 300 mil condones estarán a disposición de los deportistas y distribuidos en la Villa principal y los alojamientos de la subsedes.

Con información de Reforma.