Agencias
Nueva York, EU.- Lo que pudiera ser una película de ciencia ficción resulta la captura de uno de los piratas informáticos más buscados por la Oficina Federal de Investigaciones, FBI por sus siglas en inglés, Jeremy Hammond, quien utilizaba como contraseña para proteger su información privada el nombre de su gato.

Hammond está cumpliendo una condena de 10 años de prisión por su participación en los ataques cibernéticos contra una firma de defensa que se tradujo, según los organismos encargados de hacer cumplir la ley y los fiscales, en un "ataque a miles de personas inocentes". 

El activista, que formó parte del grupo de hackers Anonymous, ha sido considerado culpable de vulnerar el sistema informático de la empresa de inteligencia Stratfor Global Intelligence en 2011 y por filtrar información a WikiLeaks. A estos diez años se unen tres años más de libertad vigilada.

Jeremy Hammond declaró que esta sentencia era "vengativa y rencorosa". Hasta el momento del ataque se consideraba un sistema impenetrable. 

Además, Hammond está acusado de otros cibercrímenes como el ataque a grandes corporativos como Nintendo, Mastercard, Sony, entre otros.

Tras la captura, otros piratas informáticos no logran entender como un experimentado hacker tenía protegidos documentos y toda su información privada con una clave tan débil como el nombre de su gato: Chewy 123. 

"Mi contraseña era muy débil", reconoció a la AP, según Yahoo Tech.

Hammond ha dicho que aún no está seguro de cómo las autoridades federales han sido capaces de penetrar su programa de cifrado y reunir las pruebas para ser enviado a la cárcel, sin embargo, la razon más clara pudo haber sido la debilidad de su contraseña.

Respecto a la condena que lo mantendrá encarcelado durante una década añadió: "Creo que mis días de hacker han terminado".