Las reglas no escritas en todos los institutos políticos establecen que toda indisciplina o rebeldía expresa o tácita se castiga en el momento oportuno porque  en política “siempre se cobran las  facturas”.

Es evidente que después de un proceso amplio y complejo, como lo fue el del 7 de junio, todos los partidos vivirán procesos de reacomodo de sus liderazgos, tanto emergentes como consolidados. 

No obstante las estadísticas que se han difundido, que pudieran hacer creer un éxito rotundo del partido en el poder, lo cierto es que los acontecimientos conocidos dan motivo para que la dirigencia estatal del PRI efectúe un análisis interno haciendo a un lado soberbias y egos para encontrar  ¿cómo?, ¿quiénes? y ¿por qué? hubo resultados adversos en los municipios más emblemáticos y que pueden cuestionar la titularidad del liderazgo político en el Estado y permitir a los grupos opuestos sacar provecho, pues “a río revuelto ganancia de pescadores”.

En reciente entrevista televisiva en un canal nacional, a la exgobernadora Ivonne  Ortega su amiga comunicadora Adela Micha, le pregunta: ¿Es tu amigo el presidente Peña?, la respuesta de la secretaria general del PRI no se hizo esperar y fue sí; inmediatamente la periodista le pregunta:  ¿Cuándo fue la última vez que hablaste con el presidente Peña? La ex gobernadora hace una pausa y titubeante responde que ya tiene tiempo que no habla con el mandatario.  Esta respuesta nos deja ver con claridad que no es tal la influencia que dice tener. Además,  en la entrevista se esforzó por dejar en claro que se lleva bien con el presidente del PRI, César Camacho, el cual, dijo, es el que toma las decisiones.

Con estas declaraciones se evidencia que el grupo de la exgobernadora está distante de imponer quién va y quién no va en Yucatán, pero también exhibe la lejanía en que se encuentra de ser la acreedora del visto bueno para ser candidata a la Presidencia de la República, tema que ha ocupado los esfuerzos de sus cercanos colaboradores y que en el pasado le costó no estar dentro del gabinete federal.

Lo que ya se espera en las próximas semanas, no sólo por ser natural en la segunda mitad de cualquier gobierno, sino por ser muy necesario, son las nuevas inclusiones al gabinete estatal y en las delegaciones federales. Quienes resulten llamados deberán ser capaces de garantizar eficiencia y lealtad.

Los reacomodos de las fuerzas dentro del grupo de la exgobernadora Ivonne Ortega ya están en proceso. Antes de las elecciones su principal figura era el diputado federal Mauricio Sahuí e incluso trataron de buscar con él la candidatura a la Alcaldía de Mérida.

Actualmente la figura más visible  es el diputado federal electo Francisco Torres Rivas. Sin embargo, Mauricio desea ser el nuevo delegado de la Sedesol, pero esa posición está bajo la tutela del legislador federal electo Jorge Carlos Ramírez,  quien desea impulsar a Carlos Cisneros Dogre, actual delegado de Infonavit en Campeche.