Non inclusive (2 de 2)

Más allá de la opinión de uno u otro turista, el modelo dominante de hoteles “todo incluido” genera diversos problemas a la sociedad y la economía, que afectan a los principales destinos de playa y al país en su conjunto.

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Más allá de la opinión de uno u otro turista, el modelo dominante de hoteles “todo incluido” genera diversos problemas a la sociedad y la economía, que afectan a los principales destinos de playa y al país en su conjunto.

De manera muy directa, la dinámica de potenciar las ganancias deteriorando los servicios que se prestan genera una feroz competencia de precios, en donde mantener la rentabilidad de los hoteles implica la atracción de crecientes masas de turistas con limitadas exigencias de calidad, pero que también tienen un bajo nivel de gasto, muchas veces reducido al pago de la tarifa del hotel. De esta forma se garantiza que las ganancias del país por cada viajero que recibe sean mínimas. Adicionalmente, la oferta de servicios cada vez más deficientes deteriora con el tiempo la capacidad de los destinos afectados para seguir atrayendo turismo, causando daño de largo plazo a esta industria.

Pero más allá de la afectación a una rama de la economía, los malos servicios que tendencialmente resultan del modelo turístico de “todo incluido” tienen un amplio impacto en otros aspectos de la vida social.

Su masividad impone por sí misma un deterioro extendido y profundo al medio ambiente, para el que el diseño de hoteles con menor impacto ecológico compensa muy mal la devastación que implica su acelerada multiplicación. El manejo de sus desechos, el gigantesco consumo de agua potable y la intensidad de transporte a distancias medias que no hacen sino agravar el problema.

En cuanto a sus efectos laborales, más allá de las afirmaciones del neoliberalismo utópico, las ganancias de este segmento de la industria turística realmente existente se sostienen significativamente en la precarización del trabajo, incluyendo contratos de cortísimo plazo, por ejemplo 28 días, simulación de sociedades, salarios de hambre y denegación sistemática de derechos elementales.

Finalmente, el modelo estrangula económicamente a los prestadores de servicio locales -chicos, medianos y grandes- al impedir que, como dice la teoría, los consumidores concurran a un mercado en el que los proveedores compiten por vender. Las masas de turistas, recluidas en hoteles todo incluido, sólo por excepción consumen fuera de ellos.

Es mejor para el país construir otras alternativas.

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