La playa de ensueño del PRI

Chetumal es una de las capitales donde el PRI puede desplazarse a placer, maniobrando con todo bajo control...

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 Chetumal es una de las capitales donde el PRI puede desplazarse a placer, maniobrando con todo bajo control sin que la oposición insinúe un miligramo de peligro electoral, ya que la suya es una participación testimonial, destinada a la cosecha de posiciones plurinominales. Así ha sido en el sur, cuando hablamos de contiendas federales.

Salvo Vicente Fox y Andrés Manuel López Obrador, los candidatos de patio saben que la tienen perdida y de todos modos aceptan ser postulados. Porque en estos juegos no hay soñadores porque navegan en las aguas de un cinismo que disfrazan de sonora combatividad, discurso que se traga uno que otro incauto.

PAN y PRD nada tienen que hacer en plan grande en la próxima contienda federal de 2015, en cuanto al segundo distrito con cabecera en Chetumal. De hecho, ya se descartó Pedro Flota Alcocer antes de ser impulsado –dominado por la sorpresa, ya que no se esperaba este venturoso desenlace – para un período en toda forma como presidente estatal del PRI.

En tanto, el alcalde capitalino Eduardo Espinosa Abuxapqui se descartó para la diputación federal, entrevistado ayer en Sipse Café, donde deslizó relampagueantes  impresiones glaciales de sus antecesores Andrés Ruiz Morcillo y Carlos Mario Villanueva Tenorio, quienes lanzaron esos ganchos al hígado y golpes a las partes nobles que mantienen al Ayuntamiento capitalino atendiendo varios incendios, más complicados que los del basurero municipal.

El PRI se puede dar el lujo de prescindir de figuras como Abuxapqui porque –como interpretó Julio Iglesias – “la vida sigue igual”. Y en este caso no hay novedad en el frente, a menos que resaltemos la ubicación de un perredismo que debemos rastrear en el fondo de la bahía de Chetumal, esnorqueleando en la inmundicia, o la extrema parálisis de un PAN que cuenta con tan sólo dos figuras competitivas y antagónicas, pero abandonadas a su suerte por la inofensiva dirigencia estatal que no espanta ni a las moscas: José Hadad Estéfano y Mario Rivero Leal.

Aunque llegado el momento habrá campaña electoral, hay que aguardar el nombre del candidato –y sobre todo candidata del PRI, bien dicen por ahí – para conocer al próximo diputado federal por este distrito del sur. Lo demás será un circo tedioso, con la participación de patiños amarillos y azules.

Lamentablemente –para la mala fortuna del PAN– se hicieron a un lado figuras competitivas y congruentes, como Wadi Amar Shabshab, quien fue un destacado Senador de 2000 a 2006.

Recordemos que en el proceso de 1996 como candidato Wadi Amar padeció la primera guerra sucia que lo sacó de la batalla por una diputación local, cuando era una opción muy preocupante para el PRI en tiempos del gobernador Mario Villanueva Madrid.

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