De almas, mayas y rezos

Una de las celebraciones más importantes y arraigadas en nuestro país es el día de muertos y para la cultura maya la muerte significa una forma de vida distinta...

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Una de las celebraciones más importantes y arraigadas en nuestro país es el día de muertos y para la cultura maya la muerte significa una forma de vida distinta, en la que también se pueden tener actividades semejantes a las de los vivos en la tierra. Todos tenemos siempre a alguien a quien recordar, a quien dedicarle un altar, a quien pedirle que nos acompañe desde el sitio en el que se encuentre. Parece que en estas fechas renace la espiritualidad de una cultura que siempre rinde culto a los difuntos. 

Cada cultura dedica de acuerdo a sus costumbres ofrendas que se van adaptando a los gustos que tuvieron en vida los difuntos. Es un hecho que en lo personal es una celebración mística que disfruto, no sólo porque me reconecto con quienes ya partieron de este mundo que es el que conozco, sino por el fervor, cariño, creatividad y tradiciones que se enriquecen en los días 1 y 2 de noviembre. 

Quienes han tenido la oportunidad de vivir de cerca en la zona maya el “Hanal Pixan”, se pueden dar cuenta que no es sólo rendirle tributo a los muertos, sino posee un significado más emotivo que requiere de una preparación de varios días, que va desde limpiar la casa, preparar manteles, recordar los guisos preferidos del difunto, lavar toda la ropa sucia y recordad al alma como una persona viva.

Pienso que los días dedicados a los muertos es una costumbre que nos identifica y que debemos conservar. Por eso me parece una gran iniciativa por parte de las escuelas de todos los municipios que se siga promoviendo entre los jóvenes concursos de altares, calaveritas y hasta desfiles con diseños de catrinas. Lo importante es no dejar que se pierdan las tradiciones que nos identifican y nos dan un valor cultural que no tiene precio. 

Otra de las características que distingue el Día de Muertos es su gastronomía, que en ninguna otra fecha del año se preparan platillos tan únicos como es el caso del Mucbil pollo o Pib, que significa enterrado en lengua maya. Se trata de una especie de  tamal relleno con guisos hechos con carne y especias diversas. Este alimento es cocido dentro de un agujero en la tierra, en el cual se ha construido una base hecha de piedra caliza, la cual es calentada con leña, y no puede faltar en ningún altar, pues es el alimento principal de las almas. 

Escuchaba en un programa de radio hace unos días de un exitoso hombre que estuvo en una misión de la NASA y les comparto que me impresionó su discurso, porque al preguntarle acerca de las cosas que en su opinión tenemos que hacer en vida, contestó que nunca dejemos de buscar el amor sobre todas las cosas, eso que da felicidad, que nos planteemos objetivos o proyectos de vida y finalmente que hagamos algo extraordinario. Por tanto, en vida hagamos que todo eso sea posible, y a los muertos sigamos haciéndoles sus ofrendas para que vivan en donde estén.  

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