La opinión pública nacional e internacional, ha coincidido en que la crisis que vive el gobierno mexicano, no se puede ocultar. Desde la desaparición de 43 estudiantes de la Normal Rural de Ayotzinapa, en el Estado de Guerrero, se ha puesto en tela de juicio las capacidades de quienes llevan las riendas de un país tan enigmático, bello, importante a nivel mundial, pero peligroso y violento.

Voces de diferentes corrientes ideológicas, se manifiestan a diario en redes sociales, columnas de opinión, televisión, radio, coincidiendo en lo mismo, se debe detener esta vorágine de inestabilidad, con estrategias distintas a las usadas hasta ahora por el gobierno; en mi opinión, no se puede obtener resultados diferentes, haciendo lo mismo de siempre.

Aquí ya no se trata de ver si la Presidencia de la República ha actuado mal, ya que como lo he mencionado en columnas anteriores, los actores políticos de todos los partidos tienen que ver en la crisis que se vive, todos los colores están inmersos, ya lo han demostrado, y obvio, no voy a mencionar cada uno de los casos, ya que no acabaría de enlistarlos. 

En el ambiente social, los ciudadanos que no pertenecemos a ningún partido político, tenemos claro que el sistema es obsoleto, está manchado y debe ser mejorado, ser más incluyente; un verdadero poder del pueblo y para el pueblo, fortalecido para solventar las crisis y procurar la verdadera mejora social.

Hay muchos casos en el mundo donde, los ciudadanos son quienes deciden el rumbo de sus países, basta mirar los estudios de organismos internacionales, encargados de medir por ejemplo, la calidad de vida. 

La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), en su último estudio destaca que México se encuentra en el penúltimo lugar y en ciertos rubros en el último, de los 34 miembros que la integran; seguridad, ingresos, salud y accesibilidad a las nuevas tecnologías, son las variables más destacadas. Nuestro país se ubica en el último en materia de seguridad, con 22.9 homicidios por cada 100 mil habitantes, más de cinco veces el promedio de 4.2 por cada 100 mil habitantes, el listado incluye economías avanzadas, hasta países emergentes. En cuanto al ingreso disponible de los hogares, México quedó en el lugar 33 de 34, sólo por arriba de Chile; si seguimos avanzando, en el rubro de la educación, también nos ubicamos en los últimos lugares; esto mencionando solo algunas variables. Con este panorama se debe cambiar a la brevedad. 

Queda claro que el problema es muy profundo, que si bien hay una crisis fuerte, ésta es atendible, pero hay que hacer cambios, en materia personal, familiar, en lo social y, por su puesto, en el ámbito político. Vienen elecciones, hagamos ejercicios ciudadanos, que permitan mandar el mensaje de que, se debe cambiar el sistema, probemos en las urnas, infórmese sobre qué es lo que puede hacer, y actúe, de la forma que guste, pero hágalo. 

¡Que la pluma siga girando!