Le dan el último adiós con rito masónico

El cuerpo de la activista fue introducido a la sala de la Gran Logia, donde de manera privada llevaron a cabo un ritual.

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María Elena era una de las máximas figuras de la Logia Masónica. (Harold Alcocer/SIPSE)
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Claudia Martín/SIPSE
CHETUMAL, Q. Roo.- Familiares y amigos despidieron a la abogada y activista política del Partido Revolucionario Institucional (PRI), María Elena Pérez Huerta, que falleció el pasado lunes, tras ser agredida por un sujeto que ingresó a su domicilio la madrugada del sábado 26.

El cuerpo llegó a la funeraria Gamero aproximadamente a las 3:30 de la mañana, proveniente de la ciudad de Mérida, Yucatán, donde recibía atención médica cuando falleció.

Estuvo por espacio de cinco horas y media en la funeraria para después ser trasladada a la Iglesia del Sagrado Corazón de Jesús, donde se ofreció una Misa de Cuerpo presente.

A las 10:40 de la mañana, el cuerpo de la abogada llegó al edificio de los masones, denominado “Belisario Domínguez”, ubicado en la calle Tecnológico de Monterrey con Insurgentes, en la colonia Magisterial, donde llevaron a cabo varios rituales. 

El rito de la logia masónica

El cuerpo fue introducido a la sala de la Gran Logia, donde de manera privada llevaron a cabo un ritual. En dicho evento, solo tuvieron acceso quienes pertenecen a la Logia Masónica, los demás tuvieron que esperar afuera del edificio. Este proceso tardó más de una hora, para posteriormente abrir las puertas y permitir acceso a los que estaban afuera. 

María Elena tenía el cargo de venerable maestra de la logia “Ave Fénix” y representaba una de las máximas figuras dentro de esa agrupación.

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