|
Compartir noticia en twitter
Compartir noticia en facebook
Compartir noticia por whatsapp
Compartir noticia por Telegram
Compartir noticia en twitter
Compartir noticia en facebook
Compartir noticia por whatsapp
Compartir noticia por Telegram

Después varios meses de restricción a la movilidad como medida preventiva para contener la pandemia, iniciamos un nuevo año cargados de cicatrices resultado de varias pérdidas acaecidas durante el año que terminó.

Llenos de esperanza y anhelos hemos iniciado un largo compás de espera que nos permitiría retomar la convivencia y la movilidad a la que estamos acostumbrados.

Pero eso del todo no es tan certero, en virtud de que los acontecimientos que vendrán en el año que inicia tienen planteada la vacunación de la población acorde con un diseño por segmentos de edad, mismo que llevará todo este año y principios del otro para concluir esa titánica tarea.

Sólo hay una cosa distinta para el año que inicia, esto es la experticia que miles de personas integrantes de los cuerpos de salud han adquirido a lo largo de nueve meses enfrentando una enfermedad que en breve tiempo tuvo los efectos más dañinos que cualquiera otra enfermedad de los últimos tiempos.

El año que se inicia por sí mismo trae un cargamento de esperanza y fe para la humanidad. Nada fue, ni es fácil para la actividad cotidiana del ser humano, pero la posibilidad de continuar hace que emerja la fuerza suficiente para tener las ganas de seguir.

La voluntad será trascendental para poder realizar las actividades cotidianas sin perder las previsiones pertinentes y que todos conocen, relacionadas con las medidas de distancia e higiene que se requieren para evitar en lo posible contraer el virus.

La vacuna representa una solución, pero ello es una situación que debemos contemplar con la disciplina que amerita, ya que esta solución aún llevará un largo tiempo.

La añoranza del pasado quedará como algo histórico y que sólo se verá en los archivos que sobre ello se conserven de aquí en adelante, el comportamiento que vivimos representará los únicos momentos de aquello que llamamos libertad.

Probablemente el borrón y cuenta nueva se represente a través de la nueva normalidad, que más que ser nueva es una normalidad diferente, misma que llegó para quedarse en virtud de la accesibilidad en las comunicaciones, movilidad e intercambio de bienesd y servicios que el mundo actual requiere.

Toda la velocidad con que las cosas, los insumos, el comercio y las personas se mueven en la actualidad no podrá retornar a un punto en el que el control sea el eje regulador de la vida actual.

La actual normalidad llegó para quedarse, el cubrebocas y la higiene permanente serán parte de nuestros rituales; hoy tenemos el primero de otros tantos virus que llegarán, la velocidad de la vida actual es el vehículo por el que transitarán las demás enfermedades que vendrán.

Para la reflexión: ¿llegamos a un punto sin retorno o regresaremos a la forma de vida que tuvimos antes de la llegada del virus?

Lo más leído

skeleton





skeleton