|
Compartir noticia en twitter
Compartir noticia en facebook
Compartir noticia por whatsapp
Compartir noticia por Telegram
Compartir noticia en twitter
Compartir noticia en facebook
Compartir noticia por whatsapp
Compartir noticia por Telegram

Ya son tiempos en los que se respira en el ambiente la llegada de las celebraciones decembrinas; como pocas veces, éstas son las ocasiones en las que un festejo permite el reencuentro de toda una familia, en el que la algarabía del gentío de un mismo lazo familiar puede convivir con hijos, tíos, padres, hermanos, primos, abuelos, nietos, todo el árbol genealógico reunido bajo un mismo techo.

La convivencia de estas fechas permite que nos veamos todos aquellos que durante el año de manera ocasional nos encontramos, son los días más representativos de la familia, durante los cuales salen a flor de piel distintas emociones.

El abrazo, el apapacho, el apretón de manos, el beso y todos los actos de amor abundan durante el transcurso de estas celebraciones; es así como vemos que de manera muy organizada todos contribuyen durante cada uno de esos días, y también durante los días previos, para que las fiestas tengan un toque mágico.

La alegría se apodera de todos los rincones en aquellos lugares en donde se lleva a cabo la celebración de las distintas fechas, es allí donde encontramos al padre cargando al niño, al hombre cargando al abuelo, la madre abrazando al tío, el sobrino colgado de la abuela, todo en un atmósfera de paz y camaradería.

Por supuesto no debe quedar sin mencionarse el momento más esperado por los niños, que sin duda es recibir sus regalos; todo aquello provoca un ambiente que logra incrustarse en la memoria de todos los que participan en esos momentos de total amor.

El recuento de los triunfos y la enumeración de los desaciertos son ingredientes que sirven de aliciente para proponerse los retos del siguiente año; las conversaciones de los adultos irán en ese sentido, la de los niños en aquel mundo imaginario en el que los juguetes cobran vida para convertirse en los grandes amigos que seguramente recordarán en futuros tiempos.

Pero este año es uno de los que esta generación no podrá olvidar y que la historia no dejará de mencionar; sin embargo, también posee momentos de éxito y, ¿por qué no?, de desaciertos, aunque a los que más vamos a recordar es a aquellos que se nos adelantaron, que nos hacen falta y que sabemos no volverán, esto último es sin duda el principal motivo que debe servir para darnos cuenta que somos seres pasajeros, pero que ello no debe servir para ponernos en riesgo.

Precaución y reserva con la que se procede es la definición que tiene la Real Academia Española de cautela y esa definición es la que deberá guiar nuestras decisiones durante las celebraciones venideras, hoy tenemos un resultado después de varios meses de pandemia. Pareciera que se empieza a ver la luz al final del túnel, sin embrago esto llevará todo un largo proceso en el que se dará inicio a la ya existente solución.

Para la reflexión: ¿estamos dispuestos a actuar con cautela o haremos caso omiso de lo que puede suceder?

Lo más leído

skeleton





skeleton