Niño de Cd. Juárez operado de un tumor ve futuro con esperanza

Tras su cirugía, José Antonio Ramírez Serrano vive con su familia en Albuquerque en una casa rentada que consiguieron gracias a la comunidad.

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José Antonio Ramírez Serrano, de 11 años, en una foto del 30 de enero de 2015 en su casa en Nuevo México. (Agencias)
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Agencias
ALBUQUERQUE, Nuevo México.- Un niño mexicano que fue operado en Nuevo México para extirparle parte de un tumor enorme, ahora está viviendo cómodamente en un suburbio de Albuquerque con su familia mientras se prepara para recibir más tratamiento.

José Antonio Ramírez Serrano, de 11 años, y su familia están rentando una casa en Río Rancho gracias a donativos de miembros de la iglesia, informó el jueves Kristean Alcocer, de la Primera Iglesia Bautista de Río Rancho.

Alcocer dijo que la comunidad también ayudó a la familia con la compra de una camioneta usada, según publica The Associated Press.

"Al papá le dieron una visa de trabajo de un año", informó Alcocer. "Está agradecido por la ayuda financiera que ha recibido pero, como le dijo a la gobernadora Martínez, quiere poder trabajar para su familia".

El año pasado, los médicos del Hospital de la Universidad de Nuevo México en Albuquerque extirparon a José una tercera parte del tumor, que tenía el tamaño de una sandía.

En julio de 2012, la oficina de investigación de Seguridad Nacional ayudó para trasladar a José y su familia desde un vecindario en la fronteriza Ciudad Juárez, una de las urbes más peligrosas en el mundo debido a los cárteles de la droga.

Agentes federales ayudaron a la familia a buscar atención médica para José después de que miembros de la Iglesia Bautista lo vieran durante una visita misionaria en México.

Después de que las historias e imágenes del niño se volvieran virales, autoridades de la iglesia reportaron un incremento en los donativos para sus operaciones.

Estando en la unidad de cuidados intensivos, fue visitado por la gobernadora Susana Martínez, quien pidió a las autoridades federales otorgar al niño y su familia visas extendidas para que pudiera recibir tratamiento médico en Albuquerque.

Alcocer dijo que la primera operación ya ha impactado la vida de José de forma poderosa.

"Sus camisas viejas ahora ya le quedan demasiado grandes", dijo Alcocer. "Está esperanzado por su futuro y está listo para subirse a la bicicleta que le dieron de Navidad".

Antes de que el papá del niño obtuviera la visa, su familia iba y venía desde y hacia México para visitar al niño que se estaba hospedando con gente de la iglesia.

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